En el mundo jurídico anterior a la Revolución Francesa, la realidad legal y jurisprudencial difería, en varias cuestiones, de la actual. Si bien es cierto que el derecho romano sienta las bases del derecho privado actual, y que el derecho canónico, promulgado por la Iglesia, creó nociones tan importantes como la de persona jurídica, el derecho actual no puede considerarse como una mera modificación de los anteriores, pues la Revolución Francesa trunca el sistema anterior.