LA RESPUESTA DEL CONSEJO EUROPEO ANTE COVID-19

Mario Kölling

Profesor de Ciencia Política en la UNED. Investigador en la Fundación Manuel Giménez Abad

Miércoles, 19 Agosto, 2020

El acuerdo alcanzado en la reunión extraordinaria del Consejo de la UE del 17 al 20 de Julio fue un acuerdo histórico[1]. El plan europeo para la recuperación Next Generation EU y el Marco Financiero Plurianual para el periodo 2021-2027 (MFP 2021-2027) prevén enormes inversiones públicas y privadas a escala europea durante los próximos años. El atributo histórico no solo se refiere al volumen total de los recursos financieros, sino también al hecho de que por primera vez la Comisión Europea, en nombre de la Unión, podrá acudir a los mercados financieros para emitir deuda. Histórico es también el compromiso de financiar parte de esta deuda colectiva con nuevos recursos propios de la UE. En concreto, en las conclusiones del Consejo se hace referencia a una tasa sobre plásticos no reciclados[2]; un mecanismo tributario sobre las emisiones de carbono[3] que se debe concretar en los próximos meses y una tasa digital europea, que se introduciría como muy tarde el 1 de enero de 2023. También se prevé reactivar la idea de la tasa europea sobre las transacciones financieras.

A pesar de la euforia inicial, se debe resaltar que a corto plazo el Parlamento Europeo debe dar su consentimiento. Aunque la presión al PE es alta por el hecho de tener que dar su consentimiento cuanto antes, ya ha demostrado que no acepta el acuerdo político del Consejo Europeo y no va a dejar pasar la oportunidad de demandar mejoras en algunos apartados claves del acuerdo. Se espera el fin de la negociación entre el Consejo y el PE a finales de octubre. En el caso de que no se incluyan las demandas del PE, se puede aplicar el Artículo 312(4) del Tratado de Funcionamiento de la UE, que contempla una extensión temporal del techo del año anterior del MFP actual, lo que es compatible con el plan de recuperación y la adopción de los nuevos programas del MFP. También los parlamentos nacionales deben ratificar la decisión sobre los recursos propios. A medio y largo plazo, los acuerdos deben concretarse y validarse en la práctica. En el medio plazo, durante los próximos 3 años, los gobiernos de los Estados miembros deben presentar proyectos que, para garantizar la correcta gestión de estos, irán sujetos a ciertos condicionantes técnicos pero también a requisitos de reformas políticas. Solo hasta el 31 de diciembre de 2023 se podrían firmar compromisos jurídicos para programas dentro de Next Generation EU. La capacidad de absorber los fondos será un desafío para muchos Estados miembros. Se prevé que haya menos problemas para que la CE se convierta en emisora de bonos, la UE tiene los mejores “notas” de las agencias de calificación, y en tiempos de alta volatilidad en los mercados financieros, la deuda europea, representará un puerto seguro. A largo plazo y especialmente relevante, se debe comprobar la suficiencia de los nuevos recursos propios previstos para financiar la deuda emitida. En este contexto, se debe concretar cuanto antes el plan de reembolso del instrumento de recuperación con estos nuevos recursos propios, que según las conclusiones del Consejo, queda bastante ambiguo.

Sin embargo, cabe subrayar, que el resultado de la negociación se ha conseguido a costa del tradicional instrumento de solidaridad de la UE, el Marco Financiero Plurianual. Como ya se puso de manifiesto en el Consejo de febrero, la propuesta sigue orientándose hacia la marca del 1% del PIB de la UE y no el 1,3% del PIB exigido por el Parlamento Europeo. En este sentido, el análisis del acuerdo del Consejo no revela solo una reducción adicional de los recursos disponibles entre 2021-2027, sino también recortes en los programas más relevantes y orientados hacia el futuro. Se han recortado inversiones también para la protección de las fronteras exteriores, la migración o los programas de intercambio de estudiantes. En otras palabras, las reducciones afectan las medidas para cumplir los objetivos del pacto verde, como los fondos para financiar una transición justa o los que apoyan un desarrollo rural y agricultura más sostenibles. El fondo de reconstrucción no recompensa estos recortes, no tiene la misma naturaleza, no cuenta con los mismos mecanismos de gestión, ni tiene la misma dimensión temporal.

El MFP – a pesar de la crítica sobre su falta de flexibilidad y suficiencia – es un instrumento de la UE con base en el tratado de Lisboa y que, desde 1988, da seguridad y continuidad a la financiación de los programas de la UE. En contraposición, el Fondo de recuperación es un instrumento ad hoc sin base jurídica en los tratados y orientado hacia inversiones muy concretas en un plazo de 3 años. A pesar de la lenta evolución del MFP durante los últimos años hacia un presupuesto más orientado hacia objetivos y desafíos comunes de la UE, el MFP 2021-2027 recupera el fuerte enfoque en las políticas tradicionales como la política de cohesión y la PAC, que cuentan con un ligero aumento aunque sin recuperar los recortes ya previstos por el Brexit. En esta línea, el MFP 2021-2027 se convirtió en moneda de cambio en las negociaciones del plan Next Generation EU, y este hecho no son buenas noticias para los que abogan por inversiones en políticas públicas con valor añadido europeo. También el mantenimiento e incluso el aumento de los cheques para algunos Estados miembros - una reducción bruta de su contribución anual basada en la RNB - se financiará con recortes al MFP. El conjunto los cheques alcanzan los 7.603 millones.

Las negociaciones apresuradas del Plan de recuperación y del MFP 2021-2027 han tenido otra víctima colateral. El Consejo Europeo ha rebajado significativamente los esfuerzos de la Comisión y el Parlamento para defender el Estado de derecho, los derechos fundamentales y la democracia en el marco del MFP y el plan de recuperación. Con la recesión económica a la vista, la presión de llegar a un acuerdo lo más rápido posible creció. El documento final dice: El Consejo Europeo destaca la importancia de respetar el estado de derecho. El texto añade: Habida cuenta de lo anterior, se establecerá un régimen de condicionalidad para proteger el presupuesto y Next Generation EU. En este contexto, la Comisión propondrá, en caso de incumplimiento, medidas que adoptará el Consejo por mayoría cualificada y […] el Consejo Europeo volverá a tratar el asunto sin demora[4].

Para concluir, el resultado de la negociación no refleja una solidaridad altruista, sino una solidaridad que sale de la convicción de que solo unidos, los Estados miembros de la UE pueden afrontar los desafíos del futuro y el problema de un Estado miembro puede convertirse pronto en el del otro. Sin embargo, contrario a todos los que frecuentemente ven el proyecto europeo al borde del abismo, la UE ha demostrado durante los últimos meses una capacidad de actuar que ha superado la imaginación de muchos. Los acuerdos antes resaltados, el volumen del paquete, el endeudamiento colectivo y los nuevos recursos propios, eran impensables para la mayoría de los gobiernos (y los parlamentos) de los Estados miembros hasta hace muy pocos meses. Quedamos a la espera del resultado de las negociaciones entre el Consejo y el Parlamento Europeo.

 

[2] Proporción de los ingresos obtenidos mediante una contribución nacional calculada según el peso de los residuos de envases de plástico que no se reciclan, con un tipo de referencia de 0,80 EUR por kilogramo, junto con un mecanismo destinado a evitar un efecto excesivamente regresivo en las contribuciones nacionales

[3] “Mecanismo de ajuste en frontera de las emisiones de carbono” o “Border Carbon Tax”

[4] https://www.consilium.europa.eu/media/45124/210720-euco-final-conclusion...

Basado en Kölling, Mario (2020): El Consejo Europeo extraordinario del 17 al 20 de julio de 2020: mucho ruido, muchas nueces y algunas sombras, ARI 100/2020 - 31/7/2020. 

Cortes de Aragon

Patrocinadores

Subir