Pese a tener plenamente decidido el sentido de mi voto desde hace meses, hoy, jornada de reflexión, creo que es un buen momento para pararse a analizar el discurso de los partidos. Siempre suelo decir, sin mucho temor a equivocarme, pero simplemente basándome en lo que oigo, que hay discursos de partidos aparentemente opuestos en lo ideológico que fundamentan sus ideas en los mismos hechos. Para muestra, un botón: he cogido la propaganda electoral de casa y me he dispuesto a leerla.