De vez en cuando, en algún rincón del mundo, salta una noticia jurídica vinculada a demandas pro-secesión. En esta ocasión ha sido una reciente decisión del Tribunal Supremo del Reino Unido, de 23 de noviembre de 2022, la que ha vuelto a poner el foco en el movimiento independentista escocés. Desde España se pueden extraer algunas lecciones y, sobre todo, desprendernos de algunos complejos constitucionales.