Pablo Guerrero Vázquez, Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza. Investigador de la Fundación Manuel Giménez Abad
Heraldo de Aragón
Martes, 25 Febrero, 2020
La crisis es a la democracia lo que las olas al mar. Es decir, la crisis en democracia es, sencillamente, la normalidad. Resulta difícil pensar en un momento histórico en el que los ciudadanos no hayamos sentido que nuestro sistema político estaba al borde del precipicio y que, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor. La democracia está en permanente crisis porque, al ser tolerante con la intolerancia, es, en apariencia, tremendamente frágil.
Pablo Guerrero Vázquez, Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza. Investigador de la Fundación Manuel Giménez Abad
Heraldo de Aragón
Sábado, 25 Enero, 2020
La Constitución promulga dos valores éticos y políticos fundamentales: libertad e igualdad. En abstracto, ambos son complementarios, pues tan solo existe libertad, esgrimió ya Toqueville (1835), en una sociedad igualitaria. Sin embargo, en la práctica, y sobre todo en un sentido económico, libertad e igualdad son valores en liza, pues toda intervención igualitarsita en la esfera pública comporta una reducción de la libertad en la esfera privada. Y, por ello, la izquierda tradicionalmente se ha identificado con la igualdad, y la derecha con la libertad.